La primera línea fue ingurada el 26 de Octubre de 1906. Facilitándose al público un nuevo y confortable medio de transporte. Antes existían tranvías, pero tirados por caballos. En 1912 ya había 14 líneas con un total de 119 kms. de longitud. El servicio comenzaba a las 7 de la mañana y acababa a las 11 de la noche. Había primera y segunda clase (¡!) y podían llevar un máximo de 34 pasajeros. La normativa prohibía el acceso a borrachos, gente de comportamiento indecoroso e incluso aquellos que llevasen la ropa sucia. En sus 50 primeros años de existencia creció rapidamente. La apertura del metro en 1955 no evitó que las líneas siguiesen expandiéndose por los nuevos barrios. El automovil le ha hecho más daño. La red de tranvias de San Petersburgo llegó a ser la más grande del mundo (340 kms. a finales de los 80). Desde el 1995 se han desmantelado parte de algunas líneas, sobretodo en el centro, y la ciudad ha perdido este puesto de honor. A día de hoy deben quedar unos 220 kms.
Una de las cosas que me gusta del tranvia es que tiene amplios ventanales que permiten contemplar el paisaje urbano esté uno de pie o sentado. Al poco de llegar aquí, para hacerme con la ciudad me gustaba coger la línea 25 y bajarme a final de linea, cerca de la estación de Moscú. El trayecto duraba algo así como una hora y alguna vez he acabado con el culo molido del traqueteo y los asientos de madera. Pero disfrutaba viendo como los barrios y la arquitectura iban cambiando conforme avanzaba hacia el centro, como si fuese un viaje en el tiempo.
Por desgracia el mundo moderno arrincona al tranvia, es demasiado lento y ocupa espacio. Diría que va lento pero seguro, pero el automóvil invade su espacio e interrumpe su flujo. Apenas pasan ya líneas por el centro de la ciudad. Como he dicho antes es un artefacto fuera de su tiempo. Pertenece a otra época. Un tiempo que fué y que quizás pudo ser.
Una web con nutrida información sobre el metro de San Petersburgo , PERO, en alemán
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