Arte y Ensayo

Últimamente me he vuelto a retrasar en la actualización del blog, pero esta vez tengo una buena excusa. Realmente he estado liado. Resulta que estoy colaborando en la grabación de las nuevas audioguías para Ermitage y Museo Ruso de San Petersburgo y Galería Tretiakov de Moscú, los tres museos más importantes del país. Así que la próxima vez que visiten uno de estos museos y escuchen una profunda voz masculina que no dice mas que sandeces, ese, seguramente seré yo.

¿Porqué sandeces?. Me explico. Principalmente no entiendo dos cosas de estos textos que se suponen tienen que ilustrar al visitante sobre lo que están viendo:

1. Porqué se explica lo que el visitante obviamente ya está viendo ("están viendo una mujer morena con una camisa roja..."). Lo que una de las traductoras del original ruso ha llamado "guía para ciegos".
2. Porqué se dice al espectador lo que se supone que tiene que sentir ante un cuadro ("el forzado escorzo causa una ansiedad que... ").

Hay frases que tiene tantos adjetivos que es imposible saber que quiere decir tanto en ruso como en español. Pero ya saben como son estas cosas. A ver quien le dice al señor erudito del Museo Ruso que escriba una cosa un poco más accesible (a lo que pueden añadir que además tendrá ínfulas poéticas...). La vieja diatriba entre cultura popular y cultura "savante". En cualquier caso este trabajo, pese al tiempo que me ocupa, me procura una gran satisfacción porque por un lado estoy aprendiendo todo lo que no sabía sobre arte ruso (y junto a eso algo de cultura e historia) y por otro despierta mi vena romántica y excita mi egolatría el pensar que mi voz acompañara a cientos (miles??) de visitantes en su recorrido entre las más grandes obras del arte ruso y de la humanidad.

Como nueva experiencia también resulta interesante. Supone un trabajo preparar y corregir los textos, pero dada mi formación universitaria como historiador lo llevo a gusto. Sólo irrita un poco el que el resultado dista muchas veces hasta de ser entendible, pero bueno... Ya me gustaría reescribirlos, pero ni hay tiempo ni es mi trabajo. Luego está el proceso de grabación. Voy a grabar las sesiones a un viejo y enorme estudio que debe tener casi medio siglo. Ténuemente iluminado, alberga algunos instrumentos entre ellos un piano de cola que parece tener siglos (un Steinway sino no me equivoco). Como muchas cosas por aquí, tiene ese aire a la vez grandioso y decadente. En un rincon de ese espacio, cerca de la cabina de grabación, entre unos biombos para insonorización, han puesto una mesita, una silla, un flexo y el micro. Parece que estoy retransmitiendo un programa de radio desde la clandestinidad. Las sesiones duran tres horas y la verdad es que acaba uno algo cansado. Que dificil es hacer algo tan aparentemente sencillo como leer bien y claro... Por algo hay profesionales de esto (me perdonen por el intrusismo).

Todo esto tendría como colofón una de estas frases tópicas de "fíjese adonde nos lleva la vida". Yo, que estudié Historia en la Facultad (queriendo antes estudiar Historia del Arte ) y que cuando me dediqué a otras cosas jamás pense que ningún trabajo me llevase a estos puertos, me encuentro ahora haciendo un trabajo para uno de los museos más importantes del mundo (y los más importantes del país) y explicando a Rafael, Leonardo, Chagall, Kandinsky o Malevich...

Pero bueno, mejor podríamos concluir simplemente que, para bien o para mal, si te mueves te suceden cosas.