El otoño ya está aquí. El cielo está gris con algunos intervalos de sol. Llueve y el aire es frio. Las calefacciones de las casas no se encenderán hasta el 15 de Octubre, así que puede que aún nos toque pasar frio. La gente empieza a coger catarros.
>Ayer cuando me acerqué a la entrada del metro vi una ambulancia. Me pregunté que podía haber pasado. La entrada al metro es un largo corredor de techo bajo. Iba yo guardándome el paraguas cuando casi me choco con dos policías que custodiaban un muerto a sus pies. Un hombre grande, ya mayor pero no anciano. Su ojos diminutos miraban al techo casi con una ligera sonrisa. La gente pasabamos cerca sin apenas mirar. Curiosamente es la segunda persona muerta que veo en el corredor de la entrada del metro en poco tiempo. La anterior vez fué en Julio si mal no recuerdo. En este caso salíamos de la estación cuando vi que salían detras de una columna. Una abuelita yacía en el suelo con la cara tapada con un pañuelo y custodiada por un policia. En su momento me pareció una de estas vendedoras del metro que comenté en un post anterior. ¿Qué tendrá ese corredor?. ¿Será una especie de nodo de energía negativa?.
Cuando después le comenté a Irina lo que había visto ella me dijo que horas antes ya estaba el muerto allí. Las diferentes cabezas de la hidra burocrática se disputaban a quién correspondía hacerse cargo del cadaver.
Después de ver este segundo muerte, sentado en el vagón de metro, empecé a pensar cuantas veces he visto un muerto en mi vida fuera de un cementerio, en la calle o un sitio público. Creo que nunca. ¿Y vosotros?. Yo aquí ya llevo dos. Puede que no sea más que una coincidencia. Si veo al tercero empezaré a preocuparme sobre que pasa en ese corredor...
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