Ayer tuve el placer de asistir y participar en una reunión de la Unión Raphaelista de San Petersburgo.
No, no es un grupo de aficionados a la pintura del Renacimiento sino a nuestro insigne Raphael.

Supongo que ninguno de ustedes se podría imaginar que nuestro gran istrión tiene un club de fans por estas tierras, pero así es. ¿Y como es esto?. Según me cuentan el estreno en la entonces Unión Soviética de la película "Digan lo que digan" (supongo que a finales de los 60) fue un verdadero taquillazo generándose una verdadera "Raphamanía" en el país. A esto ayudó el que el artista visitase el país varias veces en la década de los 70, tengamos en cuenta la situación política de aquel entonces para apreciar aun más lo excepcional del asunto. Según me dicen todos los conciertos que ha dado en el país han sido "sold outs".
El tiempo ha pasado y varias de las antiguas fans, ahora estupendas señoras, todavía siguen enamoradas de este hombre y gustan de reunirse cuando pueden para hablar sobre el artista, su música y como ha afectado a sus vidas. Sueñan con que pese a la edad aún haga una última gira por Rusia y algunas han viajado de propio ha España para verle en directo.
Total, que allí estuvimos viendo "El Golfo" una película que ahora no creo que se pudiese proyectar en cine de barrio, ya que habla de señoras maduras americanas que viajan a Acapulco en buscas de gigolos playeros ("beach boys" les llaman :-D) los cuales pagan a una especie de proxeneta para repartirse a las señoras y así sacar un dinerito de estas. Así nos encontramos con escenas como una en la que uno de estos chulazos abofetea a su "clienta" en medio de una sala de baile para demostrarle quien es el macho. El público de la sala se sonríe ante la tierna disputa de la parejita y la gringa se derrite ante la virilidad de su hombre. Prostitución masculina, malos tratos, sadomasoquismo… cualquiera diría que hablamos de una de la primeras películas de Almodovar.
Ya ven como hemos cambiado en tan sólo medio siglo. Lo que antes causaba una sonrisa hoy causaría estupor entre los bienpensantes. "O tempora, o mores..."
En fín, aquí les dejo con uno de los momentos cumbres de la película en el que Raphael interpreta el "Hava Nagila". Impresionante. A día de hoy con esto se echaría a sionistas y yihadistas encima también...
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