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miércoles, 11 de julio de 2007

Crónica Musical

Hola a todos. Esta semana me he retrasado un poco porque por un lado Windows me ha hecho una jugada de las gordas con "Mortal Format" y por otro ayer estuvimos viendo a Aerosmith y creí interesante esperar para comentar el evento. Respecto al evento sentía curiosidad por ver como se lo montaría el personal en un gran concierto de este tipo. El evento tuvo lugar en el CKK, gran estadio cubierto donde se celebran las competiciones deportivas y conciertos. Saliendo del metro en la estación de Park Pobedy (Parque de la Victoria) ya había unos cuatro policias a la salida controlando al personal. Una vez fuera atravesamos el parque junto al resto de la gente que se dirigía al concierto. A lo largo del camino iban apareciendo vendedores con banderitas, fotos de la banda, CDs o DVDs. Llegamos al gran estadio en el que se forman largas filas de publico por los controles de seguridad de la policia mientras una voz femenina tranquiliza e informa al publico de que el concierto se retrasará hasta que entre todo el mundo y pide comprensión con el trabajo de la policia. La verdad que el control fué bastante rápido ya que sólo miraban bolsas o mochilas. Luego para entrar al estadio otro control de seguridad, esta vez por personal de la organización. Una vez dentro colas en barras para coger cervezas y en los servicios para echar las que se han bebido. También hay un espacio para fumar, dentro no se puede y tampoco hay barras aunque se puede entrar la bebida. Entramos a la pista tras pasar un tercer control de entradas, el estadio ha sido dividido por la mitad y aun así queda un gran espacio. Hemos comprado las entradas más baratas (1000 rublos, unos 30 euros) de visibilidad pésima, pero una vez empezado el concierto nos podemos mover a otra zona con mejor visibilidad sin problema. Irina me comenta que ocurre tanto en conciertos como en teatro, si al empezar el espectáculo quedan sitios libres en zonas mejor situadas (y de mejor precio) parece ser que nada impide que ocupes estos sitios. Así lo hicimos y pudimos ver cómodamente el concierto. Respecto al concierto fué un repaso a los grandes éxitos preferentemente de su ultima étapa. No estuvo para echar cohetes y el sonido no fué muy bueno, el bajo era una bola de graves y muchos supersolos saturaban. Steven Tyler sobreactuado. Parece que están más pendientes de las camaras de video que del público. Pero el publico responde y se divierte. La banda hace su show y racanea con los bises (Sólo un tema: "Walk this way"). A la salida lo bueno es que aún eran las 11 o así y al ser noches blancas aún hay luz. Un fan emocionado muestra la baqueta del bateria a una joven y se la pone en la mano diciéndole "pa probui!!". Volvemos de nuevo al metro. Esta vez más policia controla al gran número de personas que entra. Por suerte la mayoría van en dirección contraria.

En resumen. No hubo grandes diferencias con lo que hubiese sido un concierto en España. El público era variado en sus edades y quizás lo único resaltable fueron los controles de seguridad que por suerte no nos hicieron perder mucho tiempo.

Por otro lado tenemos el sábado que fué también un día muy musical. Tras comer algunas empanadas en Sennaya nos acercamos a los jardines Yussupov a ver el Festival de Blues y Folk Neva Delta que cumple su quinta edición. El festival tenía previsto empezar a las 4 pm y acabar a las 11 pm. El coste de la entrada eran 400 rublos (unos 12 euros). Aúnque sólo ibamos a estar un par de horas nos rascamos e bolsillo y entramos. El día estaba revuelto pero el ambiente de los jardines era muy agradable. Llegamos justo en el momento raro del festival cuando salió la Orquesta Sinfónica de la Academia Estatal de Spb a tocar Rhapsody in Blue de Gershwin. Lo divertido fué que había una guitarra echa de globos que a causa de las rachas de viento amenazaba todo el rato con caer sobre la orquesta. Vimos un rato a dos bandas más de puretas. Una bastante floja con una niña cantando a lo Alanis Morrisette y otra de unos que debían querer llevar un rollo a lo ZZ Top sin mucho exito. La gente mientras estaba echándose sus cervezas y sus pinchitos morunos en la hierba. Las colas en los baños, como siempre, interminables. (La foto es de una edición anterior del festival)

Por la noche habíamos quedado con unos amigos en un nuevo garito por la zona de la iglesia San Salvador en la Sangre. El sitio en cuestión se llamaba Achtung Baby. Está en un edificio viejo ocupando dos locales que quizás fuesen caballerizas o algo así. En uno nada más entrar esta la parte de conciertos sin mucho apaño y a la izquierda esta lo que sería el bar, más arreglado. Como eran las 8 pm se podía estar sentadito tomando una cerveza. Luego me imagino que la cosa se debe animar. La música normalita, pero me entretuve bastante viendo unas proyecciones de reportajes publicitarios de los años 50. Lo apuntamos en la lista.

Una vez que vinieron nuestros amigos y como la cuestión era cenar algo buscamos otro sitio y fuímos a parar a uno llamado The Other Side, más tipo café restaurante con música variada de fondo. Entramos a la parte del fondo y estuvimos cenando hasta que sobre las 11 pm empezó un concierto. El espacio era mínimo y el grupo tocó sin escenario (cuanto me suena esto...). Cantaba una chica que se hacía llamar Amy Pieterse, una larguísma y delgadísima niña de piel morena que iba de reina del mambo. La acompañaban teclado, saxo, bajo y bateria y ofrecieron un entretenido concierto de lo que en la propaganda denominaban Rhythm'n'Balle Jazz. La cuestión es que el garito se llenó y la gente se lo pasaba como enanos bailando entre medio de la banda. Lo malo es que no había nada de ventilación e hizo un calor y humareda sofocantes.

No esperamos a ver acabar el concierto y nos salimos a dar un paseo aprovechando las agradables Noches Blancas. Pasamos delante de otra sala llamada Mod y cuando oí sonar "You Really Got Me" de los Kinks me prometí pasarme algún dia. Y aun pudimos ver de camino una exposición de grandes esculturas de bronce surrealistas que había en frente de la Escuela de Artes. La noche era apacible y los jovenes bebían a la intemperie mientras sonaba en una radio "Runaway" de Del Shannon.

Una ciudad muy musical esta.

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