Fútbol es fútbol

Uno no es muy futbolero (o болельщик como se diría en ruso) pero ocasiones como la de ayer no se dan todos los días, concretamente y según me dijeron ayer desde hace sesenta y pico años. Uno tampoco es muy nacionalista, pero en estas situaciones, sobretodo cuando estás en el exilio, no se puede evitar que te aflore la vena "imperial" para, por algún momento, dejar la pose del "pupas" que tenemos siempre los españoles. Curiosamente en este aspecto los rusos son igual que nosotros, siempre parten del peor escenario posible para luego poder decir si se pierde lo de "ya lo sabía yo" mientras que si se gana lo dicho caeen el olvido.

La cuestión es que decidimos rodearnos de los nuestros para presenciar el acontecimiento y fuímos al restaurante Don Pepe, un rincón de España en San Petersburgo gestionado por el susodicho señor Pepe, berciano y veterano emigrante, que tuvo a bien instalar una pantalla para poder ver el partido a gusto. Si pasan por la ciudad háganle una visita, el restaurante está en la Isla de Pedro, Bolshoy Prospeckt 19. Volviendo al tema, allí pudimos juntarnos con otros paisanos, algunos desconocidos hasta el momento. Se dieron las necesarias presentaciones de curriculum (soy..., trabajo en... , llevo aquí desde... ) junto a intercambio de tarjetas, números y direcciones y la promesa de quedar a tomar una cerveza. Después del partido poca fiesta, despedida rápida porque estábamos al otro lado del Neva y entre la 1 y las 2 de la mañana se levantan los puentes y, o te quedas colgado en la otra orilla, o tienes que dar una vuelta de la leche para coger un puente que está en donde Cristo dió las tres voces.

Como curiosidad aquí teneis algunos titulares de la prensa rusa:

• Pravda: Rusia sólo cedió ante los campeones.
• Argumeti y fakti inciden en la misma línea: En la Eurocopa hemos perdido dos veces con los campeones.
• Gazeta.ru habla del retorno del fútbol "total". Supongo que en el sentido de "puro."
• Ria Novosti constata que mientras en Madrid hubo 90 heridos los alemanes no provocaron ningún incidente.

Y es que el que no se consuela es porque no quiere.

A celebrar la victoria sin complejos.