Welcome to the house of fun.

Seguimos con nuestra serie de vida cotidiana y de la televisión pasamos a las compras.

La cultura del consumo se ha instalado firmemente en el país donde hace unas décadas reinaba el socialismo real. Parece haberse producido la ley del pendulo. De no consumir nada hemos pasado ha quererlo consumir todo.

Hablando con otros extranjeros y expatriados a muchos nos sorprende el gran número de comercios, de centros comerciales con tiendas de las primeras marcas, y siendo como parece que la gente (al menos los clases medias) no tienen muy buenos salarios, siempre nos preguntamos como pueden pagarse todos estos caprichos. Llegamos a la conclusión de que no se ahorra. Ni un rublo en los bancos, y esto no sería despues de la experiencias sufridas, cuando en los 90 la gente perdió todos sus ahorros en las brutales devaluaciones del rublo. Así que: ¿Para que guardar el dinero en el banco si cualquier día no vale nada?.

Los centros comerciales suelen situarse cerca de las estaciones de metro. Al lado de la estación de Kupchina ya hay varios construidos y más que están construyendo. Ahora en navidades abrieron un hipermercado OKEY que es algo así similar al Carrefour.

En principio es como cualquier hipermercado moderno europeo. Con algunas diferencias. Los menos informados (o más desinformados) sobre la situación del país se piensan que todavia tienen la imagen de las estanterias vacias en los comercios. Todo lo contrario. Les diría que si algo me sorprendió desde un principio cuando iba de compras era la gran variedad de productos que se ofertaban al consumidor en cualquier supermercado. Ejemplos concretos extraidos de mi última visita al susodicho OKEY el martes pasado.

En la sección de frutas y verduras pueden encontrar productos de todo tipo, si bien ahora que es invierno la verdura (lechuga, tomate, calabacin...) sale bastante más cara que en verano. Tenemos desde las frutas más corrientes, pasando por todos los cítricos hasta frutas más exóticas como cocos, mangos, kiwis, granadas... Sobre la variedad. Medió por contar cuantos tipos o variedades de peras se vendían. Quince tipos diferentes, bien del país, de europa o de Israel. Cuenten otros tantos tipos de manzanas o más.

Si nos vamos a las bebidas y licores la cosa también se sale. Si es un amante de los cócteles aquí podrá encontrar todo lo que necesite: carvados, curacao azul, pastís... Y el pasillo de los vinos. Puede encontrar vinos de Francia, Italia, España, Sudáfrica, Chile, Argentina... y nacionales claro. Los precios oscilán entre los 100 y 3.000 y pico rublos (100 rublo=3€). Hice un cálculo aproximado de cuantos vinos franceses había contando etiquetas de precios: unos 90 diferentes. Italianos unos 30.

No falta pescado fresco ya que estamos cerca del mar y tenemos mucha agua dulce cerca (el Ladoga). Aunque se consume mucho el pescado ahumado (pramente. salmón y trucha) o el arenque de diferentes maneras.

Otra diferencia que encontrará el visitante es que hay una nutrida sección de comidas preparadas por el mismo supermercado (tipo albondigas en salsa, cocretas, lasañas... etc.) listas para comer y otra sección de ensaladas, tipo a la que nosotros llamamos "ensaladilla rusa" (aquí conocida como Olivié), pero de muchos tipos y componentes diferentes. Si usted se acerca a última hora del día los productos de estás secciones suelen estar sustancialmente rebajados (como un 30%).

Podría hablar de infinidad de detalles más, pero como curiosidad ya está bien.

A la hora de pagar como es un sitio grande aceptan tarjetas pero cuidado porque en muchos sitios todavía no se aceptan. No hay mucha confianza en este sistema y la gente prefiere el metálico. Estas navidades vi a gente con los carritos llenos hasta arriba pagar con buenos fajos de billetes.

Muchos tendrán curiosidad por saber los precios de los productos para comparar con los propios. Bueno, pues aquí teneis un enlace al catálogo del OKEY con los precios de algunos productos, un traductor por si no os defendeis con el ruso y a calcular: 1 rublo=5 pesetas ( ahora 4.6 para ser mas exáctos).

Así que venga. ¡A comprar que el mundo se va acabar!.

Torre de vodka de oferta suficiente para acabar con todos los higados de una ciudad del tamaño de Zaragoza. ¿Lograrán venderlo todo?