La semana pasada se extendió el rumor por la ciudad de que había habido una fuga en la central nuclear cercana a la ciudad. Parece ser que much gente se precipitó a las farmacias en busca de yodo y medicinas para este tipo de cosas. Una alumna me ha comentado que alguno se debió gastar más de 100 euros.
Tanto las autoridades como grupos ecologistas como Greenpeace han desmentido esta noticia. Sólo debe hacer falta un contador Geiger para comprobarlo. Aun así, ¿la gente se lo ha creido?. Pues no. Por un lado está bien presente el recuerdo de Chernobyl y de como el gobierno soviético ocultó la información a los afectados, por otro, uno u otro conoce a alguien con un amigo en el FSB (servicio de inteligencia) que le ha dicho que lo de la fuga es verdad. Una alumna me dice que su compañera de trabajo está casada con un alto mando del FSB y que el marido le ha dicho que sí que ha ocurrido algo y que lo que hay que hacer es tomar té negro con 5 gotas de vodka. Pues nada, todo el mundo en el trabajo ha hacerlo. Se preguntaran ustedes: ¿Pero esto como ayuda?A mi no me pregunten pero por si acaso ya tienen un remedio anti-radiación.
Estemos contaminados o no, la vida sigue.
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Madre mía, me parece que a la gente no le ha enseñado Chernobyl a nada de nada. Desde entonces se ha dicho un millón de veces que vodka no ayuda para nada. Dios mío, ¡pero qué gilipollez! ¡5 gotas! No 6, no 4. 5 y punto pelota. Anda, la gente por ahí con tal de tener una excusa para beber vodka inventará cualquier cosa.
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